En una rinoplastia cambiamos la forma de la misma, corrigiendo las partes que presentan defectos o alteraciones.
Para ello se reducen, eliminan, modifican, implementan… etc., las estructuras que forman parte de la nariz. Esa estructuración del interior determina la forma final tras la cirugía.
Durante el postoperatorio, es necesario no ejercer fuerzas mecánicas sobre la nariz, ya que puede debilitar o romper esa «estructura interna», dando lugar a deformidades o alteraciones en la forma nasal. Por lo tanto, hay que evitar golpes, apoyos, traumatismos y movimientos de la nariz durante el primer mes.
Sonarse la nariz ejerce una presión muy alta en el interior, pudiendo lesionar la estructura interna que le hemos dado, teniendo resultados negativos.
Es importante que tengas en cuenta que sonarse la nariz demasiado pronto después de una rinoplastia puede afectar negativamente el proceso de cicatrización y potencialmente causar complicaciones. Para obtener una respuesta más precisa sobre cuándo se puede sonar la nariz en su caso específico, es fundamental seguir las instrucciones y consultar a tu cirujano plástico.
Siempre recomendaremos cuidados con una torunda o lavados muy cuidadosos para limpiar el interior de la nariz, evitando así la necesidad de sonarla.
Dr. Raimundo Cantero